viernes, 26 de septiembre de 2008

A 35 años

Compañeros,


Ayer se cumplieron 35 años del cobarde asesinato del Cro. José Ignacio Rucci, exponente cabal del movimiento obrero organizado. Hoy más que nunca es nuestro deber sacar de la páginas oscuras de la historia a este personaje que nos enseña con el ejemplo de su vida, frustrada por los intereses que nada tenían que ver con los intereses del pueblo argentino.

A continuación les brindo una entrevista realizada por la revista GENTE en el año 1972. Para no olvidar.


Provecho!


DIALOGO CON UN CONDENADO A MUERTE
-¿Por qué dice que su vida es una desgracia?
-Es una desgracia por las responsabilidades, por los problemas, por la falta de solución a esos problemas. ¿Le parece poco?

-¿Le preocupa que lo hayan amenazado de muerte?
-Sería una tontería decir que no me preocupa. Pero de ahí no pasa. Yo tengo una obligación que me impide poder detenerme. Tengo que seguir adelante. Lo importante es que nadie hace nada sin motivos. Algún motivo deben tener los que quieren matarme. -

¿Cuáles son esos motivos?
-Uno de ellos es que el secretario general de la CGT es peronista y consecuente con Perón. El otro es que se acerca la reelección de Rucci y, al no haber otro medio para que ello no pueda llevarse a cabo, les queda como única posibilidad eliminarlo físicamente.

-¿Qué piensa de la muerte?
-Quiero mucho a la vida. No creo que exista alguien a quien no le preocupe la muerte. Pero uno es consciente de responsabilidades y sabe que esas responsabilidades le pueden deparar la muerte.

-¿Puede dormir tranquilo?
-Dormir, duermo bien. Si las amenazas de quitarme la vida fueran una preocupación permanente, yo tendría que irme de la CGT y desaparecer del país. Claro que a medida que uno va teniendo más vejez, va durmiendo menos. Estoy prevenido.

-¿Prevenido en qué sentido?
-En que he tomado un cierto grado de garantía. Y quiero decir algo más. No creo que exista un solo argentino que no aborrezca la indignidad que simbolizan los que asesinan para hacer valer sus razones.

-¿Qué siente usted hacia sus presuntos matadores?
-Yo no me considero un valiente. Tampoco he sacado diploma de cobarde. Pero tengo un solo temor: no ver las caras de los asesinos.

-¿Usted es realmente un condenado a muerte?
-Mire... este... mire... eso me causa repulsión. Y diría que no creo que existan individuos de tan baja calidad que quieran matar a otro...

jueves, 11 de septiembre de 2008

Perón y el FMI

Queridos compañeros,


Después de un tiempo sin actualizar les traigo un documento del año 1967 en el cual el Gral. Perón dá su opinión sobre el infame organo usurero llamado Fondo Monetario Internacional.

El mismo está dedicado a todos los "peronistas" que apoyan/simpatizan con los gobiernos "justicialistas" traidores que adhieren a dicha institución, la cuál el General Perón combatía.

Provecho!



En casi todos los países adheridos al famoso Fondo Monetario internacional se sufren las consecuencias y se comienzan a escuchar las lamentaciones Cuando en 1946 me hice cargo del gobierno, la primera visita que recibí fue la del presidente del Fondo Monetario Internacional que venía a invitarnos a que nos adhiriéramos al mismo. Prudentemente le respondí que necesitaba pensarlo y, enseguida, destaqué a dos jóvenes técnicos de confianza del equipo del gobierno para investigar a este monstruo tan peligroso, nacido según tengo memoria en los sospechosos acuerdos de Breton Woods. El resultado de este informe fue claro y preciso: en síntesis, se trataba de un nuevo engendro putativo del imperialismo. Yo, que tengo la ventaja de no ser economista, puedo explicarlo de manera que se entienda. La política de las áreas monetarias, después del abandono del patrón oro, ha sido fructífera en acontecimientos donde siempre el negocio ha estado de por medio.
Mediante diversas maneras de deformar la realidad, se ha conformado ya una larga historia a través del área esterlina como el área dólar y, aunque el pretexto fuera dar respaldo indirecto a las monedas de los países pobres de reservas de oro, en realidad de verdad, verdad todo ha sido una nueva forma de especular con la buena fe de los demás. Hasta después de la Primera Guerra Mundial existió el área esterlina, que cobijó a numerosas monedas merced al oro de Inglaterra, que la guerra fue llevando paulatinamente hacia Fort Knox, hasta el extremo de que Gran Bretaña se vio en un grave problema para sostener su área monetaria. Lo intentó hacer fundando el Banco Central de Inglaterra y declarando a renglón seguido que, si antes el área esterlina estaba garantizada por el oro de Inglaterra, ahora lo estaba por el imperio inglés. Pero resulta que Estados Unidos en el interín había acumulado casi el 80% del oro del mundo y dicta su famosa Ley Fiduciaria que establecía que quien presente un dólar en el Banco de la Reserva Federal recibiría su equivalente en oro. Esta promesa, aunque jamás se cumplió, tuvo la suficiente atracción natural como para forzar hacia el nacimiento del área dólar. Es así como, desde ese momento, el dólar pasa a ser la moneda de cambio en el mundo occidental, en tanto la esterlina deja de serlo.
Desde entonces, así como antes todas las semanas, desde la Torre de Londres, los ingleses anunciaban el valor oficial del oro, frente al pueblo y de viva voz, Wall Street se encargó de reemplazarlos en silencio y desde sus oficinas de la quinta Avenida, fijando el valor de la Onza Troy por el dólar americano sobrevalorado, con un precio político que, no obedeciendo a la ley de oferta y la demanda en el mercado áureo-internacional, les permitiera cobrar un Royalty en todas las operaciones en que interviniera esta moneda de cambio. Poco después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la pérdida de gran parte de la reserva oro de los Estados Unidos amenazaban gravemente la existencia del área dólar, gravedad que sigue aumentando con los gastos de posguerra, con lo que USA se colocaba en situación parecida a la de Inglaterra después de la guerra anterior si alguna Nación conseguía la formación de esa reserva. En consecuencia era preciso crear el instrumento necesario para consolidar el área dólar. El Fondo Monetario internacional fue la solución. En él participarían la mayoría de los países occidentales, comprometidos mediante una larga contribución al fondo, desde donde se manejarían todas sus monedas, se fijaría no solo la política monetaria, sino también los factores que directa o indirectamente estuvieran ligados a la economía de los asociados.
La realidad después se encargó de ir mucho más allá, como podemos ver ahora, cuando llega la hora de los lamentos. He aquí alguna de las razones, aparte de muchas otras, por las cuales el Gobierno Justicialista de la República Argentina no se adhirió al Fondo Monetario Internacional. Para nosotros, el valor de nuestra moneda lo fijábamos en el país, como también, nosotros establecíamos los cambios de acuerdo con nuestras necesidades y conveniencias. Para el intercambio internacional recurrimos al truque y así nuestra moneda real fueron nuestras mercaderías. Ante el falseo permanente de la realidad monetaria internacional y las maniobras de todo tipo a que se prestaba el insidioso sistema creado, no había más recurso que hacerlo así o dejarse robar impunemente. Ha pasado el tiempo, y en casi todos los países adheridos al famoso Fondo Monetario Internacional se sufren las consecuencias y se comienzan a escuchar las lamentaciones. Este fondo, creado según decían para estabilizar y consolidar las monedas del "Mundo libre", no ha hecho sino envilecerlas en la mayor medida. Mientras tanto, los Estados Unidos se encargaban, a través de sus empresas y capitales, de apropiarse de las fuentes de riqueza en todos los países donde los tontos o los cipayos le daban lugar, merced a su dólar ficticiamente valorizado con referencia a las envilecidas monedas de los demás.
Juan Domingo Perón